Hijo de pastores, y alguna vez él mismo pastor de Jóvenes, Warren Barfield nace como cantante cristiano de folk y pop en el año 2003 con el lanzamiento de su primer disco homónimo (lleva su nombre). En éste álbum debut, el autor recoge fruto de años de desarrollo musical.
Todo comenzó en la iglesia en que pastoreaba su padre, donde también su madre y demás hermanos cantaban y tocaban instrumentos. Sumergido en ese ambiente, desde pequeño se interesó por la música, y poco tardó en aprender a tocar guitarra. Escuchó a otros artistas cristianos de renombre como “Steven Curtis Chapman” y “Wes King”, y se dejó influenciar por ellos, aprendiendo sus canciones de memoria y además creando las suyas propias –que en un principio fueron de estilo country-.
De esta forma Warren comenzó a perfilarse poco a poco como el futuro cantante cristiano que ahora es. Mientras presidía con su familia la adoración en su iglesia local, comenzó a ser invitado por otras iglesias y ministerios que escuchaban de él, y al poco tiempo después, con apenas 18 años de edad, Warren se lanzaba decididamente a dar conciertos y giras por todo Estados Unidos. Con su música también llegó a visitar Rusia y México.
Pero esto no fue fama. Estos viajes nacieron del corazón de él para buscar consolidar el ministerio que Dios claramente le había dado, y tuvo que esforzarse y sacrificar mucho. Los logros fueron paulatinos. Fue a los 23 años cuando un sello musical que también surgía de la parrilla le ofreció lanzar su primer disco. Y para ese entonces, Warren tenía harto que decir y testificar de cómo Dios había sido tan bueno con él en los momentos difíciles. Así lo vimos al interpretar canciones como “Mistaken” (Confundirme) que en todo caso fue escrita por Mike Yaconelli pero que habla por todo aquel que quiera ser cada día más como Jesús, y “My heart goes out” (Se me sale el corazón) un sencillo del mismo Warren como cantautor, que expresa la visión de ver a alguien sufriendo y el deseo de hablarle de Cristo.
Desde entonces, Barfield no sólo ha sido progreso musical, sino también consolidación y madurez espiritual. Su segundo título discográfico, “Reach” (alcance) , nos trajo aires acústicos, pop-rock, y hasta matices de soul, y una temática simple y esperanzadora, con canciones que básicamente dan cuenta de vivencias del autor, y que alientan al oyente a seguir confiando en Dios a pesar de que algunas veces “todo sea vea oscuro”.
Finalmente con “Worth Fighting For…” (Vale la pena luchar por…) el autor lanza un mensaje más claro y sólido en todas las canciones del álbum, las que se traducen en “luchar cada día, aun en medio de nuestra rutina, por las cosas realmente importantes en la vida, como el amor.”
Warren Barfield, al igual que otros pocos, es el ejemplo vivo de que un hijo de Dios no sólo es un cantante más, sino uno que ama a Dios de todo corazón y quiere agradarlo. Su música y personalidad nos han demostrado una persona honesta y sencilla. Y así mismo lo ha dicho él, en una entrevista recientemente publicada en su página web; “Muchos cristianos quieren que otros piensen que son perfectos, pero sólo están utilizando máscaras para engañar acerca de sus vidas (…) Estoy motivado a ser honesto con mis luchas, incluso hasta cuando cuestiono a veces mi fe. Los cristianos que son sinceros sobre sus vidas tendrán un impacto mayor en el mundo que los rodea. Esa es la clase de artista que yo quiero ser.” Y en eso, esperamos que Dios nos dé a todos (independiente si somos artistas o no, al fin y al cabo adoradores) cada día… las fuerzas y la gracia para hacerlo. Para Dios sea siempre la honra y la gloria.
http://www.myspace.com/warrenbarfield
http://www.warrenbarfield.com
